martes, 23 de abril de 2013

Vidas en la red

Las redes sociales se han convertido en una realidad que nos es muy cercana en nuestros días. En la sociedad actual nos encontramos con diferentes plataformas que nos permiten compartir nuestros datos con todos aquellos que, como nosotros, utilizan la red para compartir sus aficiones y gustos.
Ahora bien, toda esa información que incluimos en las redes sociales no solo la compartimos con las personas que aceptamos a acceder a nuestro espacio en la red, pues todos esos datos quedan almacenados en los ordenadores de los servidores que permiten el mantenimiento de dichas redes. El usuario de la red aceptó el empleo de estos servidores a partir de 1990, y desde este momento se han ido convirtiendo en espacios cada vez más populares. Así caben destacar las investigaciones del Pew Research Center, que ha contabilizado el número de personas adultas que poseen un perfil como usuario en una red social. Entre los años 2005 y 2008, el número de usuarios se cuadruplicó. Las informaciones publicadas por cada uno son empleadas para dar a conocer nuestros gustos y poder así contactar con otras personas y hacer nuevas relaciones de amistad.
Pero esta información publicada en la red no solo es interesante a los usuarios que emplean las redes sociales. Los datos incluidos por cada usuario son una valiosa información para los servidores, que mediante estas informaciones personalizadas logran conocer de manera segmentada (en franjas de edad, sexo, ocupación laboral...) las preferencias de los millones de usuarios. Estos datos son empleados para personalizar sus propias páginas y además para mejorar las técnicas de financiación que pueden emplear.
Cuando una persona incluye datos sobre sus gustos ofrece información sobre cómo preferiría que fuesen las páginas que visita de forma habitual, lo cual es extensible a las redes sociales. Además, puesto que la publicidad es un elemento esencial que ofrece sustento económico a las redes sociales, al incorporar datos sobre marcas o productos concretos en las redes sociales, logramos que se puedan realizar estudios estadísticos y ponderaciones sobre lo más destacado y empleado por el público.
Las redes sociales suelen combinar una serie de aplicaciones que permiten al usuario contactar con sus amigos, publicar entradas o fotografías, comentar las novedades de páginas web... Así presentan sitios personales, donde cada usuario puede detallar su perfil, ofreciendo datos de todo tipo (nombre, ocupación laboral, estudios realizados, edad, lugar de residencia, gustos musicales...). Algunas de las redes sociales actuales pretenden privatizar es acceso a estos espacios por parte de contactos que nos sean desconocidos y no queramos que “indaguen” en nuestras vidas. Pero no todas las aplicaciones sociales comparten esta política y por ello no podemos controlar que otros contactos, que no han sido previamente autorizados por nosotros, accedan a nuestros perfiles. Las redes sociales también presentan sitios de actualizaciones, donde se publican de manera instantánea informaciones breves. Twitter es la red social que más destaca con respecto al empleo de esta aplicación. Otra de las posibilidades son los sitios para compartir contenidos audiovisuales (vídeos, música, fotografías), los cuales pueden permitir interactuar a tiempo real a sus usuarios y presentan plataformas donde ofrecen la posibilidad de comentar y dar tu opinión sobre esos contenidos.
Cuando los usuarios de las redes sociales deciden publicar sus datos, han de ser conscientes que esas informaciones pueden ser vistas de manera legal o ilegal. Por un lado, existen dos entidades que acceden legalmente a nuestros datos. En primer lugar, los anunciantes, que obtienen el beneficio de conocer los gustos del público objetivo, y en segundo lugar son los programadores terceros de software, que ofertan juegos en línea y permiten interactuar a los usuarios de las redes (empleando sus datos personales). No todas las entidades actúan de forma legal, pues destacan ladrones de identidad y otros delincuentes que pretenden estafar o acusar a los individuos de algunas prácticas, y para ello deciden instalar en los ordenadores el “malware” (software malicioso que se incorpora en un ordenador sin el consentimiento del propietario). El siguiente video presenta de forma gráfica seis sencillas conclusiones sobre las principales redes sociales en estos últimos años:


Otro de los casos comunes dentro de las redes sociales es el de emplear el anonimato como fórmula para esconder nuestra verdadera identidad y así poder emplear las redes sociales sin necesidad de ofrecer datos personales. Es una forma de separar la presencia de una persona en la línea con respecto a su vida real (en ocasiones se realiza mediante el seudónimo). Pero algunas redes sociales consideran ilegal emplear datos falsos para ocultar información. En ocasiones con el mero hecho de actualizar una página o de publicar un comentario, el servidor ya recibe información personal de ese usuario, siendo cada vez más difícil separar la vida real de la vida on-line.
Para poder conocer cuáles son las partes más importantes de la política de privacidad de una red social, el usuario ha de tener en cuenta que en ocasiones cambian de manera repentina y que los términos de uso son de igual importancia que la propia política. Además cada red social se hace cargo de las interacciones que realizamos dentro de sus aplicaciones, pero se desentiende de aquellas que son pertenecientes a terceras páginas y que en muchas ocasiones tienen acceso directo a través de la red.
El video que se presenta a continuación ofrece datos sobre Facebook y su evolución desde sus orígenes (incluye entrevistas de usuarios reales):


El empleo adecuado de las redes sociales es un aspecto imprescindible en la sociedad actual y por ello se ha de controlar todo que se publica en la red. Seamos conscientes de las repercusiones que tendrán aquellos datos que decidamos compartir en la red, pues no solo serán vistos por nuestros conocidos, sino que quedarán en la memoria de los servidores durante un tiempo bastante prolongado.  

Alba Rosa Cuesta Centeno

6 comentarios:

  1. Irene González Toledo29 de abril de 2013, 3:01

    Como ya he comentado en la anterior entrada, las políticas de privacidad que emplea Facebook es algo abusivo y considero que si los usuarios estuvieran verdaderamente informados acerca de las condiciones que aceptan cuando se registran en esta red social, se lo plantearían dos veces si efectivamente las asumen o no, pero eso es algo que no podemos cuantificar, ya que un porcentaje escaso y dudoso, lo realiza.

    La seguridad es un punto fuerza también, en el sentido de que realmente estamos confiando en gente que en ocasiones no conocemos pero nos fiamos de que "no" nos está egañando pero, cuántos casos de han dado de pornografía infantil o de secuestradores que a tavés de la visualización de la localización o comentarios sobre dónde se va a encontrar la persona... son vítimas de esta delincuencia virtual.

    Por otra parte, la imagen de algún día, si esto continúa así, de ver una ciudad completa poblada con los servidores de Facebook es otra locura que conlleva el esarrollo de las redes sociales y su modelo de negocio, peculiar.
    Como he mencionado antes, creo que es algo que hay que detener, no solo por la intimidad que se ve privada por estos comercantes de vidas personales sino también porque ello está degenerando la humanización de las personas y cambiando el modo de socialización, casi plenamente virtual, relegando las verdaderas relaciones humanas y creando unos hábitos maliciosos en las personas como adicción o una enorme pérdida de tiempo a causa de la dependencia que se crea al usar estas redes sociales.

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  2. Helena Torres Hernández30 de abril de 2013, 2:41

    Hoy en día, las redes sociales dominan completamente nuestra vida. ¿Quién no se ha subido al metro o simplemente ha andado por la calle y ha encontrado todas las personas jóvenes de su alrededor con un móvil en la mano? Y cuando digo con el móvil en la mano me refiero a mirar el Twitter, o hablar por Whatsapp, que al fin y al cabo no deja de ser un tipo de red social, distinta a las demas pero no deja de serlo, o el nuevo Line.
    Como vemos tenemos multitud de posibilidades a la hora de elegir una red social, cuando no las elegimos todas, por todo esto digo que nos dominan.
    Hace unos años, Tuenti revolucionó nuestras vidas, en el sentido de que todo lo que ocurría en la vida real era pensado para llevarse a esta red social. Una foto por ejemplo, todos hemos escuchado aquello de "foto Tuenti". No nos debemos dejar absorber por estas redes sociales, si bien su uso hoy en día parece imprescindible, no podemos dejar la vida real en favor de la virtual, que es lo que estamos consiguiendo, llegando al punto incluso de hablar con quien tienes en frente a través del móvil.
    Por otro lado, está el tema de la privacidad, que como hemos visto en otras entradas se ve muy mermada en el uso de estas redes sociales, llegando a tratarnos a los usuarios como meros productos de marketing.
    Defiendo el uso de las redes sociales, pero hasta un punto que no invada nuestras vidas y las sustituya por ordenadores.

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  3. Ana García Moreno30 de abril de 2013, 11:16

    El uso de las redes sociales se ha convertido ya en algo cotidiano para nuestra sociedad. Así por ejemplo Facebook cuenta ya con millones de usuarios por todo el mundo y se sirve del efecto dominó para seguir atrayendo consumidores. Es decir, ¿quién no ha entrado por primera vez en Facebook porque el resto de sus amigos tiene y quiere probar esa nueva experiencia? A primera vista son muchas las ventajas que nos ofrece, ya que sin duda en ningún momento de la historia nos habremos sentidos tan conectados los unos a los otros como ahora mismo. En cambio, estas nuevas tecnologías nos han traído muchos problemas como es el tema de la privacidad, ya comentado por mis compañeras. Pero lo que realmente me pregunto es ¿cómo ha podido hacerse Facebook tan popular? ¿cuál ha sido su estrategia a seguir? Como comenté anteriormente es el efecto dominó y el boca a boca de la gente lo que desde mi punto de vista ha dado alas a este proyecto. Consciente o inconscientemente seguimos a la masa y las modas siguen jugando un papel determinante en nuestra sociedad. Así pues, si un grupo de personas que conocemos inicia su actividad en Facebook o en otra red social, nosotros también querremos hacerlo para no quedarnos fuera de la esfera social. Por tanto somos nosotros los únicos responsables de entrar en este tipo de redes y de vender nuestra información. La pregunta es si el precio que tenemos que pagar por perder parte de nuestra privacidad a cambio de las ventajas que nos aportan estas redes merece la pena.

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  4. Alberto Solana Rodríguez1 de mayo de 2013, 6:44

    Las redes sociales son hoy en día un modelo de comunicación global de amplio espectro. Los ciudadanos de a pie nos encontramos en una situación donde ya es prácticamente necesario el uso de redes sociales para la vida diaria. Ello, puedo resultar preocupante, pero es sólo una muestra de un nuevo método de intercambio de información entre personas. El mayor problema llega cuando personas ajenas a nosotros acceden a nuestra información con fines comerciales, lo cual no es en gran mediada desconocido.
    La justificación de redes como Facebook de que nuestro gustos son compartidos, pero no nuestros nombres puede ser algo laxa. Las personas accedemos a las redes y aceptamos unos términos y condiciones casi de forma mecánica ya que el uso de dichas redes nos es casi impuesto.
    En mi opinión, que una empresa privada conozca mis gustos pero no mi nombre no me resulta especialmente trágico, el problema viene cuando datos más personales son filtrados en un mundo donde la información es la nueva moneda de cambio.

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  5. Andrea Blanco Vázquez4 de mayo de 2013, 17:35

    Como comenta mi compañera Alba, actualmente ¿Quién no posee un perfil en una o incluso en varias redes sociales? Es muy habitual que nuestras actividades cotidianas estén marcadas por una red social, por ejemplo, subir fotos de un viaje o una fiesta de manera habitual, o matar el tiempo en el transporte público con las redes sociales, o incluso contarle a los demás lo que vas haciendo a lo largo del día el 140 caracteres. Es asi que los usuarios de una manera inconsciente hacemos publicidad de nuestros gustos, algo de lo que las empresas privadas de redes sociales aprovechan al máximo. Es esa la clave del éxito de las grandes redes sociales. Los usuarios hemos sido los mejores publicitarios, como por ejemplo de Facebook, ha sido el boca a boca a que llegue a ser algo imprescindible en todas las casas de mas de medio mundo. Tal como vimos en la película que cuenta sus orígenes, “La red social”, no es más que la fuerza de la palabra y de la influencia entre los jóvenes lo que lo llevo a la cima. Por eso mismo, de la misma manera que nosotros vendimos Facebook, ¿no es cierto que somos nosotros los que publicitamos el resto de productos? Simplemente, vendiendo nuestra información en la portada publicitamos universidades, artistas, escritores, destinos, etc. Para mi el lado oscuro de las redes sociales son la falta de una sólida política de privacidad y que nuestros gustos sean utilizados con fines mercantiles y de financiación, por lo que deberemos ser los propios internautas los que controlen la información que colgamos en la red ya que las consecuencias pueden ser muy diversas, aunque desde la pantalla de nuestro ordenador o móvil no se aprecien.

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  6. Natalia Gil Robles10 de mayo de 2013, 6:35

    Aparte del texto argumentado por mi compañera Alba Rosa, me parece verdaderamente servible y eficaz los dos vídeos que ha adjuntado: uno sobre Facebook y las marcas de Telecomunicaciones y el otro sobre Las caras ocultas de Facebook; me parecen un tiempo muy bien empleado viendo algo que está presente en nuestras vidas, por lo que nunca está de más saber sobre asuntos de gran interés.
    Después de haber leído la entrada al completo, señalo con gran énfasis el hecho de que nuestros datos que colgamos en las redes sociales, Facebook, “se almacenan en los ordenadores de sus servidores permitiendo así el mantenimiento de dichas redes” estoy completamente en desacuerdo con esta afirmación, no me parece correcto que nuestros datos queden almacenados en sus servidores incluso cuando decidimos borrar la cuenta. Sí que es cierto que me parece correcto que utilicen nuestra información para conocer de manera segmentada las preferencias de los usuarios, de esta manera nos proporcionarán mejores calidades en el manejo y temas más interesantes.
    Aun así, para mí esta ventaja no suple el que nuestros datos sean así utilizados. Tampoco tenemos nada que reclamar ante ello porque cuando creamos nuestra cuenta aceptamos estas condiciones de uso. Por lo que me permito lanzar la afirmación: nuestro afán por estar online las 24 horas del día con nuestros “amigos virtuales” llega tan lejos que somos capaces de pasar por encima de nuestros propios principios y pisotear el derecho a nuestra intimidad.

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